viernes, 30 de septiembre de 2011

El Guaviare un paraíso por descubirir III

La Serranía de la Lindosa


Bueno, hace rato no les comparto nada, la cotidianidad a veces nos absorbe. Pero sigamos conociendo un poco más a este paraíso llamado Guaviare. El tercer día del viaje estuvo dedicado a la naturaleza, en particular a una de las maravillas naturales del departamento: La Serranía de la Lindosa.


Esta formación rocosa de más de 450 millones de años de antigüedad se originó mucho antes de que los dinosaurios pisaran la tierra, mucho antes de que nuestra cordillera andina se elevara por sobre el mar, cuando esa zona tenia una fuerte influencia marina. Hoy día, estas antiguas rocas  sobresalen sobre la llanura amazónica dando cabida a una vegetación muy especial y distintiva, diferente de la amazónica que la rodeada y que está más emparentada con la de otras formaciones rocosas mucho más al este, en Venezuela donde los tepuyes se elevan enigmáticos inspirando incluso al famoso mundo perdido de los dinosaurios que ha sido representado varias veces en el cine.

Rocas, Serranía de la Lindosa


Así que la mañana del sábado, anticipando la aventura, salimos temprano a desayunar y a hacer lavar la moto para quitarle los restos de ese barro rojizo y pegajoso que le cambiaron el color a todo el kit de arrastre de mi motocicleta. Como antesala a la aventura, y atendiendo una cordial invitación del hermano del gobernador fuimos al puerto donde llega la pesca del río Guaviare, allí departimos con los compañeros de ruta a la espera de la llegada de los pescadores, espera que valió la pena ya que vimos arribar un enorme bagre conocido como "lechero", que a duras penas cavia en el bote que lo transporta

"Lechero" pescado en el río Guaviare


Luego rodamos junto al grupo de alto cilindraje hasta un punto donde dejamos las motocicletas (suficiente barro por este viaje!!), allí un microbús nos recogió para llevarnos a destino. Algunos compañeros de bajo cilindraje más una Super Tenere y una BMW R1200GS (imposible que no) si realizaron todo el recorrido desafiando el barro y la roca.


Iniciamos la caminata en una sabana natural donde sobresalían rocas de formas caprichosas y enigmáticas que ya nos hacían sentir en un lugar diferente, fuera de lo común.







Los Túneles, Serranía de la Lindosa



Llegamos a un sitio conocido como "Los Túneles", donde en un afloramiento rocoso se formas cavernas y pasadizos en donde, a pesar de las recomendaciones del guía nos separamos del grupo mientras tomaba fotos a un lindo murciélago habitante de aquellas cavernas.

Murciélago filostómido, habitante de una de las cuevas de la Lindosa.



Luego de varias vueltas explorando el lugar nos encontramos con otro grupo con el completamos el recorrido. Después salimos rumbo a los pozos naturales donde disfrutamos de un delicioso baño en aguas cristalinas. Lo único que  lamento de la visita fue el corto tiempo de la misma, ya que por mi profesión se que es un lugar que esconde muchas maravillas dignas de ser conocidas, difundidas y protegidas, pero esas eran las características del viaje, un corto brochazo de este maravilloso lugar, como para antojarse y quedar con ganas de volver.




Caño de aguas cristalinas, Serranía de la Lindosa


Pa' que se antojen, una deliciosa mamona,
la popular carne a la llanera

Luego del reconfortante baño una larga caminata, un buen almuerzo y al camping a descansar un poco para la gran rumba de despedida, tremendo parrando llanero con el que cerramos este magnifico viaje, donde desde luego su Majestad el Joropo fue protagonista y donde los motociclistas, cambiaron sus botas y sus cascos por cotizas y sombreros para compartir la magia de la cultura llanera.

El día siguiente fue de retorno, levantarse muy temprano, recoger el campamento, los chiritos y coger carretera; siete y media horas despues, luego de un larguísimo trancón de Villao a Bogotá y tomando nuevamente la corroída variante de Pipiral (cuando nos dejerán pasar por el túnel?) llegamos a nuestra fría Bogotá, con cansancio sobre la espalda pero con las energías renovadas luego de confirmar una vez más las maravillas culturales y naturales que alberga nuestro país.




Dos excelentes cantantes de Joropo, que nos divirtieron con sus ingeniosas
improvisaciones a ritmo de arpa

Nuevamente el grupo de niños bailarines amenizaron la noche


PD: Para los interesados en conocer más sobre la serranía de la Lindosa les recomiendo este libro que está disponible en versión electrónica: