domingo, 27 de marzo de 2011

En el Perú (Parte VI)


Rumbo a Machu Picchu

Luego de un largo recorrido en bus desde Lima, finalmente llegué a Cusco, capital del departamento del mismo nombre. 

Sobre las 3 de la tarde del miércoles 10 de noviembre arribé al terminal de trasporte terrestre de la ciudad, sin conocer nada ni a nadie, y sin más que un número de teléfono de un hospedaje que me proporcionó una amiga. Luego de muchos intentos de comunicarme sin resultado salí a la calle y tomé el primer taxi que vi, con la ayuda del conductor busqué hospedaje cerca al centro, algunos de ellos eran sencillamente demasiado costosos para mi moderado presupuesto, al final terminé en un hostal bastante sencillo donde pagué 30 soles por la primera noche.

Bandera de Cusco


Luego de un rápido baño y cambio de ropa salí a la calle con un solo objetivo en mente: llegar a Machu Picchu; pero primero un rápido "sanguche" de almuerzo, sanguche que recordé el resto de mi viaje por el Perú, ya que me causo una diarrea espantosa que me acompaño por casi seis días y que sumado a la fiebre y malestar de la fuerte gripe que contraje en Iquitos hicieron del resto de mi viaje una dura prueba de resistencia donde pasaba las noches casi sin dormir.



Luego de ese rápido almuerzo me dediqué a recorrer las calles del centro en busca de agencias de viajes que me ofrecieran el recorrido a Machu Picchu, luego de mucho andar compre un paquete por 130 dolares, el más barato que encontré. El recorrido incluía transporte terrestre ida y regreso hasta la Hidroeléctrica cerca de Santa Teresa, transporte ida y regreso (al menos eso pensé) en Tren desde allí hasta Aguas Calientes, hospedaje en el pueblo, acceso a las ruinas de Machu Picchu y guianza, y tres comidas; un plan bastante económico considerando que el solo transporte en tren desde Cusco hasta Aguas Calientes cuesta más de 100 dolares, sin incluir la entrada al parque arqueológico y otros gastos.

Otra cosa que me alegro fue que lo conseguí con mucha facilidad, ya que mi colega cusqueño me había dicho que era imposible conseguir el transporte hasta Machu Picchu con tan poca anticipación y que me tocaría irme en el vagón para Peruanos haciéndome pasar por uno de ellos, pero que no me creerían por las perforaciones en mis orejas, y en fin mil cosas con las que supongo quera intimidarme de mi viaje.

Plaza de Armas, Cusco


Una ves con mi tour ya confirmado para partir a la mañana siguiente salí rumbo al mercado del lugar para conseguir algunas hojas de coca, planta sagrada para muchas culturas y que personalmente conozco y aprecio mucho. Este tema es por demás polémico y probablemente más adelante dedique un espacio más amplio para profundizar sobre esto; por el momento hago la aclaración que las hojas de coca no son cocaína, así como las uvas no son vino, y que no es la mata que mata, como el gobierno colombiano nos lo intentó hacer creer con una serie de desafortunados comerciales.


Luego una caminata por los alrededores, un tradicional caldo de gallina, algunos medicamentos para la gripe y al hospedaje a descanzar y preparar todo para el viaje.




Al día siguiente una camioneta me recogió frente al hospedaje sobre las 7:30 am, donde dejé mi gran maleta de viaje con todas mis cosas para el camping en la selva, más algunas de una compañera a la que le colaboré para reducir el peso de su equipaje.

Carretera Cusco-Santa Teresa


Hicimos un pequeño recorrido por la ciudad recogiendo a otros compañeros mientras la camioneta se llenaba con personas de diversos países: Colombia, Argentina, España, Francia, Suiza, Holanda e Inglaterra; sobre las 9:00 am partimos rumbo a Santa Teresa, lugar al que arribamos a eso de las 3:30 pm, luego de pasar por diversos paisajes montañosos y algunos valles donde rápidamente pude apreciar las famosas "punas" y hacerme una rápida idea de los ecosistemas de la zona. En Santa Teresa almorzamos (por cuenta del tour) y salimos a la Hidroeléctrica a unos 10 minutos de allí.



Ruta de Cusco a Santa Teresa en carro


Durante el almuerzo me enteré que no iría hasta Aguas Calientes en tren, ya que la mayoría iría a pie, y pues ya era tarde para tomar el tren, así que a las 4:30 iniciamos la caminata de 10 km desde la Hidroeléctrica hasta Aguas Calientes, siguiendo las vías del tren en el valle del río Urubamba.



Vías del tren entre la Hidroeléctrica y Aguas Calientes

Cobaea scandens, curiosamente una especie invasora
La caminata, aunque un poco dura por la fiebre y el malestar estomacal fue muy agradable, el entorno extrañamente familiar y por momentos me sentía caminando en Santander o Cundinamarca, en un bosque montano húmedo y templado contrastante con las amplias zonas secas que había visto hasta el momento, y con una vegetación bastante familiar aunque desconocida para mi lo que despertaba un curioso sentimiento.



La caminata la hicimos con calma, apreciando el paisaje y tomando algunas fotografías.


Puente Férreo sobre el río Urubamba

Sobre las 7:00 pm y bajo una leve llovizna llegamos a Aguas Calientes, donde cenamos mientras el guía nos explicó dos veces los detalles de la actividad del día siguiente, una en ingles y la otra en español; curiosamente su ingles lo entendía a la perfección, lo que no puedo decir de las chicas de Inglaterra o los muchachos de Holanda que viajaban en el grupo. 

Luego a descansar al Hostal Choquequirao para prepararnos para subir a la montaña sagrada de los Incas...


domingo, 13 de marzo de 2011

En el Perú (Parte V): Paseando por Lima

PASEANDO POR LIMA


La noche del lunes 8 de noviembre llegamos a Lima provenientes de Iquitos, allí nos dirigimos al Hotel Señorial, en Miraflores, donde pasamos la noche.


Nuestra labor casi había concluido, haciendo falta solo una reunión con autoridades ambientales a la mañana siguiente, reunión a la que no todos asistiríamos, por lo que gran parte del grupo ya estábamos libres; y la mayoría ya organizaba sus respectivos viajes de retorno.






A la mañana siguiente el grupo de colombianos decidimos salir a conocer el centro histórico de la ciudad, pero primero nos dirigimos a una oficina de la aerolínea para que los compañeros confirmaran sus vuelos e hiciesen algunos cambios de itinerario.


Por 12 soles tomamos un taxi que nos llevo al centro, por unas vías en perfectas condiciones en las que no vi un solo hueco, algo altamente contrastante con el estado de las vías de nuestra capital colombiana.





sábado, 5 de marzo de 2011

En el Perú (Parte IV): Saliendo del Bosque

Luego de tres semanas de trabajo muy intenso al interior del bosque terminamos la fase de campo de nuestra investigación.


En la mañana del 31 de Octubre del 2010 el helicóptero nos recogió en el tercer campamento, en la parte baja del río Yaguas, para llevarnos de regreso a Iquitos....



pero antes nos dirigimos a la Comunidad Indígena de Huapapa, sobre el río Putumayo en la frontera con Colombia. Allí se llevaba a cabo el Primer Congreso de la Federación de Comunidades Indígenas del Bajo Putumayo (FECOIBAP); en la Comunidad nos encontramos con el equipo que estaba realizando la caracterización social de la zona y realizamos una presentación con los resultados preliminares de nuestro trabajo.

Salón Comunal donde se realizó el Congreso


Presentación de resultados frente al Congreso

Luego de una rápida visita en la Comunidad reemprendimos el vuelo hacia Iquitos, pero las grandes distancias nos obligaron a realizar una detención de reaprovisionamiento de combustible en la Ciudad de Pebas, a orillas del río Amazonas. Detención que aprovechamos para visitar a Francisco Grippa (http://franciscogrippa.blogspot.com/), reconocido pintor Peruano que tiene una casa allí, mitad castillo de cuento de hadas, mitad estudio artístico, la cual es de lejos la estructura más alta y llamativa de la pequeña ciudad.


Francisco nos recibió muy amablemente, y como un personaje sacado de un libro destacaba elegantemente de entre la población del lugar; vestía impecablemente, estaba bañado en loción y usaba varias joyas de oro, recordándome por un momento a Philipe Noiret en la película "Il Postino" interpretando a un Pablo Neruda exiliado en la costa Italiana.


Francisco Grippa junto a una de sus obras


Casa de Arte

Mercado en Pebas



Luego de esa corta pero sustanciosa visita regresamos a la cancha que nos sirvió de helipuerto para continuar nuestro viaje. Desde luego la llegada de un helicóptero lleno de gringos barbudos es siempre un acontecimiento, lo que congregó a mucha gente del lugar